Nunca he reido

Cada vez que está terminando el año comienzo con mis pataletas existencialistas y este año no será distinto de los demás. No soy el mismo de antes, me lo ha dicho mucha gente, he cambiado mi forma de peinar, mi forma de ver, mi manera de hablar, la música que escucho y otras tantas cosas.
He llegado al punto de creer que amigos ya no tengo, los que tuve se han separado y me ven desde lejos y ya no me conocen. Los que se dicen llamar mis amigos y me saludan con una apretón de manos, un abrazo y un beso en la mejilla, siento que lo hacen por educación y compromiso. Y es que están conmigo porque les puedo ayudar a hacer sus cosas y cumplir con sus responsabilidades, porque les escucho y les doy una palabra de aliento y un hombro para llorar, pero ellos jamás me han escuchado, y cada vez que quiero hablar interrumpen con cualquier cosa.
Mi familia me reclama cariño y atención, y cada vez que en la mesa estamos comento algunas cosas que pueden ser de mi importancia, lamentablemete la olvidan al momento de recojer los platos de la mesa.
Mis compañeros me hablan para ayuda, a ninguno le interesa si estoy bien o si estoy mal. La primera vez que hablé con ellos ni siquiera fue un "hola", mas bien fue un "¿cómo se hace este ejercicio?". Hoy ellos me buscan para que disfruten de mis locuras y reirse con ellas, confieso que nunca nadie me ha hecho reir, y si rio es por respeto.
He dejado muchas cosas por amor, y estoy aquí tirado reclamando lo que jamás podré obtener. ¿Y es que es muy difícil ser feliz? ¿Y es que no merezco lo que reclamo?. Mi rostro solo los observa y se desfigura por tamaña desepción. Mi paciencia tenía fecha de vencimiento.

DESTINO: Fría soledad