
Entre tanto analizar, sobre los resorte de mi colchón, con un estrellado cielo y entre muchos comentarios, llegué a la maldita conclusión que cualquier mortal hace cuendo pasa por éste período, decir que los cambios llegan y no se buscan.
Por mi parte creí que el Juanito es un diminutivo de Juan, gramaticalmente lo es. Pero Juan (ito) soy yo, ni diminutivo ni aunmentativo, no es un sustantivo propio, es mi forma de ser, y es así como me reconoce la gente que alguna vez ha escuchado de mi.
Puede ser que a los ojos de los demás parezca un sencillo arrebato de un niño inmaduro, pero no importa, pues me di cuenta que esas cosas no tienen explicación científica, ni religiosa, ni política; es sencillamente la vida, y la vida sólo se sostiene en teorñias, nada es concreto, No sabemos si estamos vivos o no. Sólo lo decimos porque así nos acostumbramos, y abviamente no miramos más allá.
En fin, jufrahemi regresa recargado y con las cosas bien claras. Lo único permanente es el cambio, somos distintos a cada segundo, la única forma de cambiar sería detener el tiempo y no seguir cambiando. Pero el tiempo es sabio y no se detiene, todo lo cura, todo lo soluciona, se muere y vuelve a nacer de inmediato. Nosotros somos parte del tiempo, somos el reloj de nuestra vida, solo porque así se le llama.
2 comentarios:
es que Juan (ito) es Juanito
--__-**Juanin--_-_**+
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