sábado, 26 de julio de 2008

A tu recuerdo.

¿Cómo olvidar: la primera vez que escuché tu risa, cuando llegaste a dar la prueba y te sentaste tras mio, la primera vez que te acercaste a preguntarme el cuadrado de binomio, la primera gran conversación que tuvimos en un bar de mala muerte y mi primera invitación a una bebida, la primera conversación por MSN y te conté cosas de las que mas tarde tendría que arrepentirme, y en ella misma confesarte la atracción que sentía por ti?
A tu recuerdo prendo velas todas las noches para no olvidar esos detalles que tejen la vida.
¿Cómo olvidar: las horas que pasabamos juntos viajando en el metro, y las horas que estábamos sentados en alguna estación riéndonos de los demás y una que otra vez llorando en mi hombro, los viajes en la 204 y mi boca gritando para tocar tus labios, de Santa Lucía a Santa Julia fueron los cambios, sin dejar la divinidad de los santos en nuestros encuentros.
A tu recuerdo le rindo ritos de llanto, canciones y poemas que nacen de la nada.
¿Cómo olvidar: Aquel papel con letras que hiciste en cálculo diciendo quererme mucho, aquel alambre en forma de corazón que reconcilió una discusión, aquellas mañanas escuchando música en el patio sobre la galería, las risas que antes eran mayores y mas seguidas, y la pena con el tiempo nos fue consumiendo, cada uno por su lado.
A tu recuerdo le preparo un café por las mañanas y conversa conmigo antes de comenzar la rutina, y me cuenta cosas que dificilmente olvidaré.
¿Cómo olvidar: el nueve de septiembre y nuestro primer beso, Dios me puso alas y volé kilómetros sin detenerme, aquella tarde jugando en el pasto y durmiendo con las bocinas y las llamadas de celular que no te dejaban en paz del mismo que hoy no te permite la libertad, esa misma tarde nuestro segundo beso, lo recuerdo bien, mis piernas tiritaban y las alas aparecían por la espalda y desde allí, la semana más hermosa que habré vivido jamás del 6 al 13 de noviembre.
A tu recuerdo le prendo el televisor, le doy masajes en la espalda, y doy la comida en la boca y le cuido las manos y los pies para que no abandone mi casa.
¿Cómo olvidar: las noches que he velado tu sueño, sin poder dormir sentir tu respiración y el latir de tu corazón, la noche que en mi cama no respiramos de tantos besos, las estrellas estaban dentro de la habitación y terminamos besándonos en el piso. Son muchas cosas las que no puedo olvidar de ti.
A tu recuerdo le escribo un nuevo pasaje en mi mejor amigo y confidente, al que tantas veces le he prometido olvidarte y al que tantas veces le he contado que te amo con locura. Una linda puesta de sol después de una mañana que amaneció con tu humedad y tus besos, lo más reciente.

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"ALGÚN DÍA VEREMOS EL SOL"